Cómo utilizar los polvos solares

Ya está aquí, se puede sentir la primavera en las calles, en los centros comerciales y en nuestra piel. Es un alivio quitarse las medias y salir con menos ropa. Aunque en términos de belleza, esta estación equivale a mostrar mejor aspecto y un tono de piel saludable y sexy, es decir, un bonito tono de piel. Por eso, me apetece hablaros de los polvos solares. Este invento infalible es todo un acierto, sobre todo para todas aquellas mujeres que necesitan deshacerse de su rostro cadavérico y dotarlo de un poco de vida.

Os muestro algunos trucos para su correcto uso:

• Su momento ideal es ahora, cuando no ha entrado el verano, pero se agradece tener buen color.
• Es mejor escogerlos en dos tonalidades, una más clara y otra más oscura, para un resultado más natural, ya que no nos da el sol por igual en todo el rostro.
• La brocha correcta para aplicarlos, es la que tiene forma redondeada en la zona del pelo.
• Los polvos bronceadores tienen varias posibilidades, pero la principal es dar toques de luz dorada al rostro, para ello, primero nos maquillamos con nuestra base habitual y después, con la brocha y movimientos circulares, damos unos toques sobre mejillas, laterales de la frente y nariz, sin olvidarnos de difuminar bien hacia la línea del cuello para que no se note el contraste.
• También puedes echar mano a la técnica del "3", que consiste en comenzar de manera muy suave en las sienes y bajar hasta los pómulos, para acabar en la barbilla, como si dibujáramos un tres.
• Si te apetece, después, puedes poner un poco de colorete rosado y conseguir un look fresco y juvenil.
• Si tu caso es que ya estás morena y todavía quieres potenciar más el bronceado, entonces aplica un poco más de cantidad en nariz, mejillas y frente, que son los puntos en los que el sol pega más.
• Lo mejor para que el efecto sea natural es utilizar acabados mates, no obstante si vas a una fiesta por la noche, existe la versión de polvos de sol con brillos.

Un truquito: No embadurnes la brocha con los polvos, sacúdela siempre antes de extenderlos para que el efecto sea natural y homogéneo.

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